lunes, 18 de junio de 2012

- ¿Por qué todo empieza y acaba con tanta facilidad? ¿Por qué no hay ganas de construir, de seguir adelante, de renunciar, de ser fuertes? ¿Por qué no se prefiere lo bonito, el amor limpio, el amor honesto...? ¿Por qué...? - Cerró los ojos. Las lágrimas empezaron a caer lentamente por su mejillas. De repente abrió los ojos, recuperó la lucidez-. ¿Tú también eres así? ¿Yo también tengo que hurgar en tu vida? ¿Debo ser mezquino, debo renunciar a mi dignidad para saber si has estado en un coche o en un sórdido hotel con otro?
  Sofia se puso tensa. No sentía ninguna compasión, ningún dolor. Se levantó de la cama.
- Ya te lo he dicho. - Su voz era firme y dura-. Cuando ya no te ame, te dejaré. No me hagas culpable de lo que no lo soy.


Esta noche dime que me quieres
FEDERICO MOCCIA