Es
la base de la dieta del amor:
mucha
risa pa’ que no nos duela nada.
No
hay vestigios de tragedia en tu colchón,
por
que sobran, por que sobran carcajadas.
Me
someto así a tu entrega.
Me rescata,
me enloquece y me sosiega.
Ya
no somos dos ahora:
Se
fundieron nuestros fuegos en tu alcoba...