viernes, 3 de enero de 2014

Y entonces yo les comento que vos derrochas dulzura
y ese rasgo en tu hermosura produce una envidia sana.
 
Imag
ínate si cuento lo que hacemos en la cama
Me enloquece tu mirada, me atropello con tus labios
y entre salivas resbala el mensaje de los sabios. 

Tus ojos entrecerrados parecen mirar lo eterno, 

rodando desaforados burlamos noches de invierno.
En este juego convexo, tu espalda eclipsa mi ombligo,
 
tu sexo para mi sexo el más milagroso abrigo. 
Tu espalda contra mi pecho, tus pechos en el espejo
que reflejan en el techo pecaminosos reflejos…